CÓMO CONGELAR LA LECHE MATERNA
Creo que aún no os lo había dicho
pero mis hijas tomaron lactancia materna exclusiva hasta los 5 meses y a partir
de esa fecha, empezamos a introducir los alimentos: primero cereales, luego
fruta, porque a los 5 meses y medio tenía que incorporarme al trabajo y mi
jornada laboral no me iba a permitir que mis hijas siguieran tomando el pecho
todas las tomas (de hecho, habitualmente duermo mínimo una noche fuera de casa,
a veces incluso dos o tres). Aún así, tras mi incorporación, conseguí darles el
pecho hasta los 7 meses (la toma del desayuno) y con las reservas de leche
materna que fui extrayéndome durante mi baja maternal, mis hijas no tuvieron
necesidad de probar leche artificial hasta las 8 meses y medio. No sé si estaréis
de acuerdo conmigo o no, pero para mí fue todo un éxito y estoy muy orgullosa
de ello. Me habría encantado darle el pecho mucho más tiempo pero mi trabajo no
me lo permitió. (En otro post os contaré las críticas y comentarios que tuve
que aguantar por dar el pecho a mis dos hijas y los mejores lugares para
extraerte la leche materna cuando estas fuera de casa: aeropuertos, centros
comerciales, restaurantes…)
Pero a lo que iba, en este post
lo que quiero contaros es como congelé la leche materna de mis hijas. Para
extraerme la leche utilicé un sacaleches de la marca Nuk que me habían prestado
(y que ojala se hubiera roto antes porque luego descubrí el maravilloso mundo
del sacaleches de Medela eléctrico Swing ¡¡qué diferencia!!). Nunca tuve
problemas con el sacaleches para la extracción de la misma y la cantidad que me
extraía iba de 50 a 200 ml según la toma.
Lo que más quebraderos de cabeza
me dio fue el envase para almacenar la leche. Leí miles de páginas sobre esto y
las mejores recomendaciones eran las bolsas o los envases que venden
específicos para esto, pero estuve haciendo números y ¡¡era carísimo!! Leí
también algo sobre los tarros para la recolección de orina que venden estériles
en las farmacias pero al no estar diseñados para contener alimentos decidí no
usarlos. Además, pensé también que no sería muy recomendable calentar el
plástico a la hora de descongelarlo. Finalmente, me decidí por envases de
vidrio que me salían mucho más baratos, eran aptos para almacenar alimentos, a
la hora de calentarlos podría hacerlo sin ningún problema al baño maría y lo
mejor de todo, los podía reutilizar y ahora los utilizo para guardar las
comidas de las niñas (lentejas, pollo, cordero, ternera…)
Tras
hacer lo que podría considerarse un estudio de mercado en cuanto a los
diferentes envases de vidrio que venden así como los precios, me decidí por los
botes de salsas de la marca Carrefour (salsa boloñesa, carbonara, toscana…) que
me costaban menos de 1 euro. Los comprábamos de 10 en 10 y los repartíamos por
la familia para que se comieran la salsa y nos devolvieran los botes vacíos. Podía
meter hasta 230 ml de leche materna (no metía más porque luego subía un poco el
volumen al congelarla y no quería que rebosara)
A la hora de rotular los botes
distinguía siempre si la leche era de por la noche o por la mañana, la fecha y
la cantidad.
No siempre conseguía llenar un
bote con la leche de una sola toma. Para ello, si el bote ya contenía leche
congelada, la leche que me extraía la metía en el frigorífico hasta que se
enfriara y una vez fría, la metía en el bote que ya contenía la leche
congelada. Hacía esto así porque había leído que si añadía la leche recién extraída
(a unos 37ºC) al entrar en contacto con la leche congelada, la superficie de
contacto de la congelada, podía descongelarse y lo que pretendía era evitar
esto último.
Para que os hagáis una idea de la
cantidad de leche que pude congelar ¡¡tuve que comprarme un congelador nuevo
porque no me cabía todo en el que tenía en casa!!
Para descongelarla, sacaba el
bote del congelador la noche antes y lo metía en el frigorífico. Por la mañana
calentaba la leche materna al baño maría y ¡¡lista para tomar!!
Os podéis imaginar que lloré el
día que descongelamos el último bote de leche materna, me quede sin el mejor alimento
que podía darle a mis hijas.
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